Hace unos días formalizábamos ante el tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, desde los servicios jurídicos de la Asociación Nacional por la Libertad Lingüística (ANLL) y en representación de Isabel Aracil, socia de la misma, una demanda contra la Generalitat Valenciana por la imposibilidad de escolarizar a un menor de 11 años en castellano en Biar, Alicante.
La noticia ha causado un gran impacto en los medios de comunicación de la Comunidad Valenciana y ha tenido una repercusión notable en medios nacionales, lo que ha provocado el despertar de muchos padres en situación similar a la de Isabel, que ven, en la valentía de esta mujer, el camino a seguir para recuperar espacios de libertad perdidos en muchas regiones de España.
La presentación de la demanda ante el Tribunal es fruto de un proceso que comenzó hace varias semanas con la presentación de un contencioso-administrativo, es fruto del trabajo de los abogados de la ANLL, pero sobretodo, de la decisión de Isabel de pelear por defender sus derechos y libertades, los de su hijo, y los de miles de españoles, hasta ahora callados por leyes lingüísticas amparadas en la mordaza y la imposición.
Biar es, como Alcoy, Benidorm, Elche, Alzira o Xátiva, un municipio declarado valencianoparlante, en los que la Consejería de Educación de la Generalitat Valenciana no considera obligatorio la existencia de una línea educativa con el castellano como lengua vehicular. Se parte de olvidar que las lenguas las hablamos las personas y no los municipios, para terminar impidiendo la escolarización de un niño en la lengua oficial del Estado.
Como Presidente de la ANLL, es un verdadero honor haber podido prestar nuestro apoyo a Isabel en un acto que, estoy seguro, va a suponer, y lo esta suponiendo ya, un punto de inflexión, de no retorno, en la defensa de la libertad lingüística y de las libertades individuales en su conjunto dentro de nuestro país.
En un momento como el que vivimos, una madre valiente decide plantar cara a una administración que prefiere otorgar los derechos a los municipios, a las lenguas o a los territorios, por encima de salvaguardar el futuro de muchos niños. Y ahí, Isabel no está sola, tiene al lado a todos los que un día nos levantamos contra un sistema irracional que se olvida de las personas.
No encontrarán en la Asociación Nacional por la Libertad Lingüística, por mucho que quieran buscar a modo de excusa, a los enemigos ni del bilingüismo, ni tampoco del valenciano. Encontrarán individuos libres dispuestos a reivindicarse como tal y a denunciar las imposiciones.
Denunciamos la ingeniería social en materia lingüística porque se juega con la formación y el futuro de la juventud, que no es sino la capacidad y el presente de la sociedad del mañana. Porque quienes aspiramos a un mañana de progreso, de bienestar, no queremos lastres ni imposiciones. Reivindicamos la libertad lingüística, la libertad individual, como garantía de ese progreso.
Pablo Yáñez González
Presidente de la Asociación Nacional por la Libertad Lingüística
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